Cuando entro al auto, me sentí como perdida. Era un chico, sentado a un lado mío, solo medio metro entre el y yo, y se suponía que ese chico y yo teníamos que funcionar. Él era un chico de aproximadamente un metro setenta y ocho, de piel cálida, y delgado, en realidad no parecía estar flaco, al contrario, parecía como si de vez en cuando hiciera ejercicio, pero tampoco era alguien notablemente musculoso, sus ojos eran color café claro, y su nariz recta, algo larga, y su sonrisa al entrar me dejó deslumbrada.
-Él es Tom, Tommy, Tomas, como quieras decirle me dijo Jaime mientras arrancaba el auto para dirigirnos a nuestra cita.
-Ah... hola, soy Alison- le dije mientras sacudía mi mano izquierda haciendo un gesto de hola.
Un segundo después me arrepentí de eso, me sentí como una estúpida, y mis piernas comenzaron a temblar así que fingí sacudirlas al ritmo de la música que había puesto Diana.
El resto del camino no nos dirigimos la palabra, sólo contestábamos a las preguntas que nos hacían Jaime y Diana, hasta que ella decidió hacer una pregunta que había estado esperando que hicieran desde el principio
-Entonces Tom, ¿por qué accediste a tener una cita con una desconocida?
Tomas por su parte, se sorprendió por la pregunta, y se removió algo incomodo en el asiento y entonces contestó
-A decir verdad yo no salgo con chicas, no tengo amigas, y en realidad quería un aventón a mi ciudad, sé que no está lejos, pero la razón principal era esa, cuando Jeremy (primo de Jaime) me dijo que ustedes irían este fin de semana para allá le pregunte a Jaime si me podían traer con ustedes y yo de ahí me marcharía a mi casa tranquilamente, pero entonces Jeremy intervino y dijo que por que no me escogían a mi para la cita con la amiga de la novia de Jaime- lo dijo mientras me señalaba- y entonces Jaime me lo explicó todo, y decidí aceptar, después de todo no tenía nada mas que hacer hoy.
Me sentí decepcionada, pero en el fondo aliviada, la verdad pensaba que tal vez este chico podía ser un mujeriego y terminaría mal en esta cita o tal ves mucho después. Y creo que Diana también se sintió decepcionada, la delató su tono al hablar.
-Aaaaah, ¿entonces Jaime y tu no se conocen, o si?
-ah, no, solo soy el mejor amigo de Jeremy- contestó Tomas
-Aaaaah, Jeremy, él es muy divertido.-añadió Diana
-Si, de verdad que lo es- dijo Jaime
Después de eso se pusieron a hablar de Jeremy, a lo cual me sentí algo incómoda, yo conocía a Jaime por mucho tiempo y no conocía a su familia y en ese momento que todos sabían quien era Jeremy, sentí un nudo en la garganta, me sentía excluida de la conversación que al ´parecer para ellos era muy amena, por que incluso contaban anécdotas personales, Tomas y Jaime eran los que mas hablaban de él, pero Diana no se quedaba atrás hecho que me hizo sentir mas triste, mientras hablaban y se reían Tomás le decía a Jaime atajos de como llegar al parque de diversiones. Cuando llegamos, Jaime detuvo el carro en el estacionamiento y cada quien abrió su puerta respectiva. Jaime se fue hablando con Tomás y parecía que ahora se habían tomado mucha más confianza. Mientras tanto Diana me instruía de lo que un chico odiaba y cosas que debería hacer, algo así como coqueteo discreto. Entonces llegó el momento en que me quedé sola con Tomás y la atmósfera se enrareció totalmente, como si alguien hubiera cortado el hilo de jubilo repentinamente. Me temblaban las piernas y esta vez no había música para disimular mi nerviosismo, pero entonces Tomás habló.
-aaah... ¿t-t-te-te...te -tartamudeó mientras señalaba la taquilla con su mano temblorosa- gustaría ir por los boletos a la taquilla conmigo o quieres esperar en la entrada mientras yo los compro?
en ese momento me di cuenta que el también estaba nervioso, tan nervioso como yo, entonces me dio mucha pena por nosotros.
-no, vamos juntos- le dije
Caminamos juntos a la taquilla y a la hora de pagar los boletos pagó el rápidamente, a lo que me sentí muy apenada, nunca alguien había pagado algo para mí y eso me hacia sentir muy muy muy extraña. Al entrar al parque, no nos atrevíamos a hablar, pero entonces él tomó la iniciativa.
-Perdón si fui muy sincero cuando Diana me preguntó por que había aceptado, me habría gustado dar una mejor respuesta- dijo mientras tocaba su cuello con la mano derecha.
-no te preocupes, no es nada importante- le dije tratando disimular que en realidad me importaba un poco.
- Hmmmm, me gustaría saber por qué es que Diana y Jaime estaban buscando una cita para ti, ¿me puedes decir?- me pregunto mientras caminábamos entre la multitud.
Me puse algo tensa, pero aun así le explique lo que pasaba.
-Entonces estás teniendo esta cita conmigo por que eres una especie de mentirosa.- me espetó mientras miraba los juegos.
Eso me hizo sentir mal, pero tenía razón, le había estado mintiendo a mi mamá acerca de que tenía un novio y que era la mejor en matemáticas,pero aún no le decía lo de las matemáticas a él.
-Si, podemos decirlo así- contesté algo titubeante
-Y supongo que ellos esperan que tu y yo lleguemos a algo después de esta cita, ¿no es así?
De nuevo me hacía sentir incómoda y comenzaba a molestarme su presencia, me comenzaba a enojar que fuera tan directo y tan sincero siempre, al parecer el notó que me estaba poniendo tensa y entonces dijo
-lo siento, si te hago sentir mal, pero es por eso que no tengo amigas, generalmente, les molesta que sea así
Y no podía juzgarlas a ellas, si es que siempre se comportaba así sacando los trapos al sol de cada persona que conocía, debía entender por qué él no tenía amigas.
-bueno, creo que entiendo eso a la perfección- le dije algo molesta
-escucha- me dijo mientras se paró en seco frente a mi- me parece irónica nuestra cita, tu eres alguien que no inspira mucha confianza después de saber que le has mentido a tu madre en que tienes novio.
Eso de verdad me molestó mucho ¿que acaso es que el no le mentía a su madre?
- ¿y tu no le mientes a la tuya?- le dije secamente
-pues lo he intentado, pero mi madre parece ser una persona con un muy buen detector de mentiras, así que es difícil hacerlo, pero está bien, entiendo tu punto, no te molestes.
entonces se apartó y dejo que siguiéramos caminando, sentí como si hubieran sido años, los que habían pasado mientras solo caminábamos.
-entonces cuéntame un defecto tuyo, me parece justo, tu sabes que soy mentirosa, pero yo no sé uno tuyo.
- ya te lo dije, aveces soy muy honesto.-me dijo con un tono muy bajo.
y de nuevo seguimos caminando sin hablar, solo dando vueltas por el parque.
- Nos vamos a subir a algún juego?- me preguntó
-En realidad no me gustan- le dije gritando, por que en ese momento pasamos por un lugar sumamente ruidoso.
-vamos, hay que subirnos al menos a uno, y después vamos por comida, nos sentamos en algún lugar tranquilo-trató de animarme, acto que me sorprendió mucho, hace unos minutos estábamos discutiendo sobre nuestras diferencias y ahora me invitaba a subirnos al menos a un juego y a ir a comer para después sentarnos en un lugar tranquilo... ¿Para seguir discutiendo?- Anda, vamos a ése– dijo mientras señalaba uno que daba vueltas, subía, bajaba y ya me imaginaba el final de eso, seguro terminaría pálida.
-Él es Tom, Tommy, Tomas, como quieras decirle me dijo Jaime mientras arrancaba el auto para dirigirnos a nuestra cita.
-Ah... hola, soy Alison- le dije mientras sacudía mi mano izquierda haciendo un gesto de hola.
Un segundo después me arrepentí de eso, me sentí como una estúpida, y mis piernas comenzaron a temblar así que fingí sacudirlas al ritmo de la música que había puesto Diana.
El resto del camino no nos dirigimos la palabra, sólo contestábamos a las preguntas que nos hacían Jaime y Diana, hasta que ella decidió hacer una pregunta que había estado esperando que hicieran desde el principio
-Entonces Tom, ¿por qué accediste a tener una cita con una desconocida?
Tomas por su parte, se sorprendió por la pregunta, y se removió algo incomodo en el asiento y entonces contestó
-A decir verdad yo no salgo con chicas, no tengo amigas, y en realidad quería un aventón a mi ciudad, sé que no está lejos, pero la razón principal era esa, cuando Jeremy (primo de Jaime) me dijo que ustedes irían este fin de semana para allá le pregunte a Jaime si me podían traer con ustedes y yo de ahí me marcharía a mi casa tranquilamente, pero entonces Jeremy intervino y dijo que por que no me escogían a mi para la cita con la amiga de la novia de Jaime- lo dijo mientras me señalaba- y entonces Jaime me lo explicó todo, y decidí aceptar, después de todo no tenía nada mas que hacer hoy.
Me sentí decepcionada, pero en el fondo aliviada, la verdad pensaba que tal vez este chico podía ser un mujeriego y terminaría mal en esta cita o tal ves mucho después. Y creo que Diana también se sintió decepcionada, la delató su tono al hablar.
-Aaaaah, ¿entonces Jaime y tu no se conocen, o si?
-ah, no, solo soy el mejor amigo de Jeremy- contestó Tomas
-Aaaaah, Jeremy, él es muy divertido.-añadió Diana
-Si, de verdad que lo es- dijo Jaime
Después de eso se pusieron a hablar de Jeremy, a lo cual me sentí algo incómoda, yo conocía a Jaime por mucho tiempo y no conocía a su familia y en ese momento que todos sabían quien era Jeremy, sentí un nudo en la garganta, me sentía excluida de la conversación que al ´parecer para ellos era muy amena, por que incluso contaban anécdotas personales, Tomas y Jaime eran los que mas hablaban de él, pero Diana no se quedaba atrás hecho que me hizo sentir mas triste, mientras hablaban y se reían Tomás le decía a Jaime atajos de como llegar al parque de diversiones. Cuando llegamos, Jaime detuvo el carro en el estacionamiento y cada quien abrió su puerta respectiva. Jaime se fue hablando con Tomás y parecía que ahora se habían tomado mucha más confianza. Mientras tanto Diana me instruía de lo que un chico odiaba y cosas que debería hacer, algo así como coqueteo discreto. Entonces llegó el momento en que me quedé sola con Tomás y la atmósfera se enrareció totalmente, como si alguien hubiera cortado el hilo de jubilo repentinamente. Me temblaban las piernas y esta vez no había música para disimular mi nerviosismo, pero entonces Tomás habló.
-aaah... ¿t-t-te-te...te -tartamudeó mientras señalaba la taquilla con su mano temblorosa- gustaría ir por los boletos a la taquilla conmigo o quieres esperar en la entrada mientras yo los compro?
en ese momento me di cuenta que el también estaba nervioso, tan nervioso como yo, entonces me dio mucha pena por nosotros.
-no, vamos juntos- le dije
Caminamos juntos a la taquilla y a la hora de pagar los boletos pagó el rápidamente, a lo que me sentí muy apenada, nunca alguien había pagado algo para mí y eso me hacia sentir muy muy muy extraña. Al entrar al parque, no nos atrevíamos a hablar, pero entonces él tomó la iniciativa.
-Perdón si fui muy sincero cuando Diana me preguntó por que había aceptado, me habría gustado dar una mejor respuesta- dijo mientras tocaba su cuello con la mano derecha.
-no te preocupes, no es nada importante- le dije tratando disimular que en realidad me importaba un poco.
- Hmmmm, me gustaría saber por qué es que Diana y Jaime estaban buscando una cita para ti, ¿me puedes decir?- me pregunto mientras caminábamos entre la multitud.
Me puse algo tensa, pero aun así le explique lo que pasaba.
-Entonces estás teniendo esta cita conmigo por que eres una especie de mentirosa.- me espetó mientras miraba los juegos.
Eso me hizo sentir mal, pero tenía razón, le había estado mintiendo a mi mamá acerca de que tenía un novio y que era la mejor en matemáticas,pero aún no le decía lo de las matemáticas a él.
-Si, podemos decirlo así- contesté algo titubeante
-Y supongo que ellos esperan que tu y yo lleguemos a algo después de esta cita, ¿no es así?
De nuevo me hacía sentir incómoda y comenzaba a molestarme su presencia, me comenzaba a enojar que fuera tan directo y tan sincero siempre, al parecer el notó que me estaba poniendo tensa y entonces dijo
-lo siento, si te hago sentir mal, pero es por eso que no tengo amigas, generalmente, les molesta que sea así
Y no podía juzgarlas a ellas, si es que siempre se comportaba así sacando los trapos al sol de cada persona que conocía, debía entender por qué él no tenía amigas.
-bueno, creo que entiendo eso a la perfección- le dije algo molesta
-escucha- me dijo mientras se paró en seco frente a mi- me parece irónica nuestra cita, tu eres alguien que no inspira mucha confianza después de saber que le has mentido a tu madre en que tienes novio.
Eso de verdad me molestó mucho ¿que acaso es que el no le mentía a su madre?
- ¿y tu no le mientes a la tuya?- le dije secamente
-pues lo he intentado, pero mi madre parece ser una persona con un muy buen detector de mentiras, así que es difícil hacerlo, pero está bien, entiendo tu punto, no te molestes.
entonces se apartó y dejo que siguiéramos caminando, sentí como si hubieran sido años, los que habían pasado mientras solo caminábamos.
-entonces cuéntame un defecto tuyo, me parece justo, tu sabes que soy mentirosa, pero yo no sé uno tuyo.
- ya te lo dije, aveces soy muy honesto.-me dijo con un tono muy bajo.
y de nuevo seguimos caminando sin hablar, solo dando vueltas por el parque.
- Nos vamos a subir a algún juego?- me preguntó
-En realidad no me gustan- le dije gritando, por que en ese momento pasamos por un lugar sumamente ruidoso.
-vamos, hay que subirnos al menos a uno, y después vamos por comida, nos sentamos en algún lugar tranquilo-trató de animarme, acto que me sorprendió mucho, hace unos minutos estábamos discutiendo sobre nuestras diferencias y ahora me invitaba a subirnos al menos a un juego y a ir a comer para después sentarnos en un lugar tranquilo... ¿Para seguir discutiendo?- Anda, vamos a ése– dijo mientras señalaba uno que daba vueltas, subía, bajaba y ya me imaginaba el final de eso, seguro terminaría pálida.
—esta bien— dije a regañadientes, y a la vez tratando de reunir valor, esta clase de lugares me ponía nerviosa normalmente, pero esta vez la causa de mis nervios era él y en un instante me había hecho sentir de muchas maneras diferentes.
Nos preparamos en la fila, no había mucha gente, en realidad la fila era pequeña, por que bueno, Tomás había escogido el peor juego, y yo estaba ahí en la fila, viendo a todos lados, tratando de evitar contacto visual, y sentía como mi estomago se revolvía, la adrenalina comenzaba a hacer efecto y ni siquiera me había subido ahí.
—A mí tampoco me gustan esta clase de juegos, pero estando aquí con alguien que se supone que debe ser mi amiga para el final de la cita, ¿no crees que sea un desperdicio no subirnos ni siquiera a ningún juego?—dijo en voz alta sin apartar la mirada de mi, y yo trataba de evitarla.
Era nuestro turno para subirnos. El chico encargado del juego nos aseguró en nuestros asientos y después de unas leves sacudidas que hacían que comenzara la adrenalina a todo lo que daba, comenzó la tortura, dimos vueltas vertiginosas, subíamos a un ritmo lento y bajábamos como si quisieran que nos estrelláramos. Yo no me encontraba nada bien, en vez de gritar casi lloraba, mientras, él se reía de todo y gritaba vigorosamente, parecía disfrutarlo. Entonces vino el clímax del juego y no lo soporté mas trate de aferrarme a lo primero que encontrara, y entonces Tomás dejo de gritar, pareció como si el no estuviera mas ahí. Y yo cerraba los ojos lo mas fuerte posible, pero entonces los abrí y vi la altura a la que nos encontrábamos, y las vueltas le dieron un plus horrible.
Cuando el juego terminó, me solté, pero me dí cuenta de que de lo que me estaba aferrando, era la mano de Tomás, cuando la solté sentí la sangre fluir a mi cabeza, y el bochorno de estar sonrojada, el chico encargado vino a liberarnos de ese juego terrible. La mano de Tomás tenia la marca de mi mano en color blanco, al parecer había apretado demasiado.
—bueno, es tiempo de ir a ese lugar tranquilo— dijo mientras nos alejabamos del juego.
Una vez lejos de los juegos, nos sentamos en una palapa cerca de los juegos acuaticos y por fin vi la cara de tomás, pero todo me daba vueltas.
—bueno, hay que pedir algo de comer, tengo hambre,¿ tu no?
—ah... Ssssi— dije, pero en ese entonces no lo soporté mas y vomite, en la mesa de la palapa, la gente volteó a ver que había sido ese sonido y comenzaban a hacer comentarios sobre lo desagradable que era eso. En cambio tomás estaba estupefacto.
—bueno, digamos que esto ha terminado con mi apetito—dijo mientras se sacudía las manos. ¿Lo había salpicado? No, prácticamente la mitad de mi vómito cubría sus brazos que estaban encima de la mesa en el momento que vomité, pero yo me sentía mucho mejor ahora. Y pude ver la cara de Tomás ahora con claridad, estaba algo pálida, pero comenzaba a agarrar algo de color.
Las personas nos seguían mirando con desaprobación total.
—vamonos de aquí, tenemos que ir al baño, sígueme—me tomó de la mano y me jaló para que caminara con él y yo voltee hacia atrás, la chica del aseo comenzaba a limpiar mi vómito, y en su cara se notaba lo molesta que estaba.
—no mires hacia atrás, solo camina, por favor—dijo en un tono amable, lo cual de nuevo me sorprendió, esperaba que estuviera furioso. Entonces me jaló un poco mas fuerte caminamos un rato por la multitud que se apartaba de nosotros al ver a Tomás manchado y a mi. Cuando llegamos al baño Tomás me indicó que me limpiara bien, y me entregó una caja de chicles.
—te servirán de algo, lo juro—me dijo mientras él entraba al baño de hombres.
Cuando entre al baño de mujeres y me pude ver al espejo noté que estaba pálida y que ni el maquillaje de Diana me ayudaba en ese momento, así que me enjuague toda, traté de hacer gárgaras para olvidar el mal sabor a vómito, saque 2 chicles y los comencé a masticar. Después me sequé y recordé que Diana había metido algo de maquillaje en mi bolsa, así que lo saque e intente hacer algo por mi para no verme tan lamentable. Recordé que mientras ella me estaba arreglando nos habíamos atrevido a comer galletas, lo cual fue la causa definitiva del vomito. Al salir de, baño ahí estaba Tomás, algo mojado de la ropa, pero supongo que era por limpiarse mi vómito, estaba esperando recargado a la pared que había entre los baños.
—¿y bien?— me dijo algo preocupado
—todo bien, gracias, en serio, gracias—dije torpemente
—no te preocupes, ¿quieres caminar, o tal vez sentarte, o te quieres ir de aquí?
—creo que por el momento me iría bien sentarme un rato—le dije intentando no parecer tan tonta.
Nos fuimos a sentar a una banca que estaba cerca y nos quedamos contemplando a las demás personas.
—creo que el comienzo de nuestra cita fue con el pie izquierdo—dijo con un tono que parecía estar avergonzado.
—¿en serio? A mi me parece que toda la cita ha sido hecha con el pie izquierdo y sobre todo con mi vómito—le espeté, por que era exactamente eso lo que pensaba, había arruinado mi cita con el chico que se suponía que tener que ser agradable y divertida.
—ah, no te preocupes, yo vomité la primera vez que vine aquí, aparte es mi culpa lo del vómito, yo te pedí que nos subiéramos a ése juego— dijo mientras sonreía
—no, lo digo en serio—entonces recordé que me había aferrado demasiado fuerte a su mano en el juego—aparte te apreté la mano muy fuerte en el juego, espero que aun la sientas.
—claro que la siento, ese si, no puedo negar que me sorprendí demasiado cuando sentí que me tomabas de la mano, pero se me pasó cuando me apretaste demasiado fuerte.
Eso hizo venir a mi mente el recuerdo de que dejo de gritar cuando me aferre a algo mientras estaba en el juego,tal vez de verdad se sorprendió. Guardamos silencio por unos minutos.
—¿no estas molesto por que haya vomitado sobre ti?, digo, una cosa es que alguien vomite mientras esta contigo a que vomiten encima de ti.—dije tratando de avivar la platica— de verdad lo siento, me sentía horriblemente.
—De verdad no te preocupes, yo también he vomitado encima de otras personas, obviamente no en un parque de diversiones, ni rodeado de personas, menos en una mesa donde las personas van y comen, y por supuesto tampoco lo he hecho cuando mi compañero tiene hambre, pero imagino como te habrías sentido si no hacía nada por ti, era mi deber hacer algo por ti.
Lo que dijo me dejo estupefacta, no me preocupó que haya puntualizado lo peor de mi vómito, si no que se haya puesto en mi lugar, cuando efectivamente en el inicio de nuestra cita pareciera que estábamos destinados a ser enemigos.
—lo sé, puede sorprenderte, pero no soy del todo un estúpido que juzga a las personas, yo tampoco salgo con personas de mi sexo opuesto y venir contigo es interesante, aun que admito que al verte estuve muy nervioso, por eso me disculpo por haber sido grosero en un principio—Parecía que había leido mi mente.
—yo también fui grosera contestándote a la defensiva y el vómito...—seguía sin superar que hubiera vomitado encima de él
—ok, que te parece si lo tomamos como si estuviéramos a mano, tu me salpicaste de tu vomito y yo fui grosero, ¿te parece comenzar de nuevo?
Tenía lógica, su trato, y viendo la forma en la que se estaba comportando conmigo, no tuve mas remedio que aceptarlo.
—esta bien, acepto eso, comencemos de nuevo.
—¡genial! Mi nombre es Tomás, pero me puedes decir Tom o Tommy si quieres—me dijo mientras me daba la mano, la cual yo tomé y agité.
—mi nombre es Alison, pero me puedes decir como quieras.—le respondí
—esta bien, Clarisse, es un placer—me dijo tomándose muy en serio el "puedes decirme como quieras
—bueno, como quieras decirme, siempre y cuando no sea algo muy diferente a mi, ¿entiendes?—le aclaré.
Nos reímos, fué la primera vez que nos reíamos juntos en todo la cita. Después de eso platicamos con mas holgura, nos contamos lo básico.
Él me dijo que tenia 17 años, los cumplía en diciembre, el 19 de Diciembre, le gustaba el color naranja, y también le gustaba mucho ver películas y series de acción y misterio, que también leía algunos libros de ciencia ficción, y que le gustaba la música desde el rock, alternativa y algunos indies, que su comida favorita era la lasaña, y que en ese momento tenía mucha hambre, por lo tanto fuimos a comer algo, el pidió pizza y yo tomé un jugo. Mientras él comía yo le contaba sobre mí, le dije que tenía 16 años, pero que estaba a punto de cumplir los 17 en dos semanas, el 23 de Junio, y que a mi me gustaba el color rojo, leer sobre fantasía y sobre datos interesantes, que me gustaban las películas de drama y comedia, que me gustaba la misma música que a él, hablamos sobre bandas que nos gustaban a ambos y nos sugeríamos algunas otras que no conocíamos, le dije que mi comida favorita era el sushi y los fideos asiáticos. Platicamos también sobre nuestras escuelas y que el estaba apunto de ingresar a la universidad a estudiar Bioquímica, yo le conté sobre mi mentira sobre las matemáticas a mi mamá y esta vez no me juzgó mal. Sin darnos cuenta dieron las seis y media en el reloj teníamos que irnos ya, asi que nos salimos del parque de diversiones y esperamos en el estacionamiento a Jaime y a Diana.
—mira, no seré tu novio, pero puedo fingir que lo soy con tu mamá hoy al llevarte a la casa, ¿ok?, pero con una condición.
Me parecía perfecto que estuviera dispuesto a hacer eso, sobretodo por su extraño gusto por la honestidad.
—esta bien, ¿que condición?
—te daré 2 semanas para que le digas a tu mamá la verdad de lo contrario, le diré yo todo, y tambien lo de las matemáticas.
Ya no me parecía tan genial, pero tenía razón, tenía que ser honesta con mi madre.
—ok, esta bien, hagamos eso, pero, ¿como vas a saber que ya le he dicho?
—en dos semanas iré a tu casa, y me presentar como tu amigo, nada mas.
Me pareció algo extraño eso, que fuera a mi casa, digo, pero acepte el trato de todos modos.
—bueno, trato hecho.
Despues de sellar el trato llego Jaime en su coche con Diana, y nos subimos.
—¡heeeeeey chicos! ¿Como les fue en su cita?—nos pregunto Diana con mucho entusiasmo—¿se la pasaron bien?, ¿subieron a muchos juegos?, cuentenos.
Tom y yo nos reímos, Jaime arrancó el carro y al ver que no parábamos de reírnos Diana nos pregunto
—¿que paso? ¿De que se están riendo?
—nada interesante— le dije
—tuvimos una cita muy peculiar, a decir verdad— dijo Tom
—de hecho, creo que será inolvidable—agregué
—¡wow! Entonces se la han pasado bien ¿eh?— dijo Diana con entusiasmo
—¿ves pequeña? Te dije que ustedes dos se llevarían.— puntualizó Jaime viéndome por el retrovisor.
En seguida Tom sacó su celular se puso a escribir algo, después me pasó su celular.
"Préstame tu celular" decía en la pantalla. lo cual obedecí con recelo, no sabía exactamente que quería con mi celular, pero aun así se lo preste, después Tom marcó un numero y sonó su teléfono, eso exaltó a Diana.
—¿que pasa? ¿quien es?
—nadie importante—contesto Tom
en seguida me devolvió mi celular y escribió algo en el suyo, un momento después vibró el mío, tenia un mensaje "este es mi numero" decía.
—¿como hacemos para llevarte a tu casa Tom?—preguntó Jaime, pues teníamos que dejarlo en su casa.
—ah, no te preocupes, llévame a casa de tu primo, pero antes quiero pasar a casa de Alison, por favor.—respondió Tom
A Jaime se le hizo extraño, lo note por su gesto, y Diana, por su puesto se sorprendió y volteo a vernos gravemente.
—ya, en serio chicos,¿ que ha pasado entre ustedes?
Tom les explicó el trato que habíamos hecho rápidamente borrando cualquier malentendido, mientras tanto Jaime tomó el rumbo a la carretera y Tom mandaba muchos mensajes, supongo que para explicar cuales eran sus nuevos planes.
Cuando llegamos a la pequeña ciudad Diente de León, hicimos la primera parada en mi casa, ahí Tom me acompaño a la puerta y me entregó con mi mamá, se disculpo por no haber ido antes a la casa, pero que era una persona ocupada y le contó que no era de ahí que era de Santa Fe, y que tenía que volver rápido. Mi mama se mostró comprensiva, y lo dejo en paz por un momento. Cuando se fueron los tres, y yo me quedé en mi casa, me llegó un mensaje al celular de parte de Tom "¿amigos?", "amigos" contesté.
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